Abolir lo que las personas hacen por voluntad e iniciativa propia se llama PROHIBIR.

Con la evolución de las tecnologías han surgido diferentes formas de vivir y compartir la sexualidad.

En el tiempo de las abuelas y domingos de misa obligatorios cualquier mujer que hiciese algo relacionado con la sexualidad era llamada puta. (Aunque siempre hubo puntos tb. Aunque en un mondo paternalista ni se hablaba del tema » Y en el maternalismo, que es igual de malo tampoco porque son hombres.)

Revindico el derecho de las personas a ofrecer distintos servicios siempre que ambas partes estén de acuerdo (sin presiones, sin adicciones a drogas, ) y sin causar perjuicio del cliente o el mediambiente, ya es hora de ser racionales. Creo que debemos asumir que las profesiones relacionadas con el sexo, la sexualidad y los servicios sexuales existen, existieron y existirán.

Quizás no se puedan llamar trabajos por la definicion en si misma de trabajo. Pero esque en ciertos trabajos no se debiera trabajar por cuenta agena en algo tan intimo. Las personas tenemos que conservar nuestro derecho a decir no. Y os voy a decir una cosa… una puede decir que no. Y no cobras porque no haces el servicio. Y punto. La diferencia está en que cuando una es autónoma se gestiona su publicidad y foltrs a did clientes. Es mucho trabajo y aun así pueden salirte gana. Hay meses malos y meses buenos.

Si vas a una agencia o a un sitio donde hacen todo ese trabajo no inviertes, no pierdes dinero rechazando a personas. Pero quien si lo ha perdido puede que no te recomiende más. Si tienes cerebro y don de gentes quien te conozca volverá. O te encontrará cuando te independices.

No te conformes con cualquier cosa.

Al final todo es cuestión de pequeñas elecciones a lo largo de la vida . Tanto en lo personal como en lo profesional.

Si das con una agencia que sepa hacer buena publicidad y acertar con las personas con las que te sientes comod@ te quedarás. Y si no te vas. Tenemos una ventaja que no existía hasta ahora. La tecnología, la comunicación.

Eso da voz. Ahora somos los protagonistas. Y no el ganado de un proxeneta.

Esto cambia muchísimo las cosas. A lo largo de la historia siempre ha habido personas que se dedicaban al trabajo sexual de lujo/alto standing por voluntad propia. También ha habido solteronas con amantes q las agasajaban. Y ricachonas con chóferes y chicos muy apuestas a su servicio. En fin.. hay un estilos de vida promiscuos. Estilos. No todos los estilos de vida son para todo el mundo.

También ha habido personas sin recursos a las que no les quedaban muchas opciones. Evidentemente si solo hay proxenetas de mierda y una no puede elegir es muy difícil que nadie trabaje feliz . Pero cuando una es su propia jefa o proxeneta es diferente. «Yo, mi, me, conmigo, para mi misma»

Precisamente cuando hay grandes desigualdades y escasez de recursos es cuando más protección necesitan las personas. Necesitamos derechos para poder protegernos a nosotr@s mism@s y a l@s demás. La historia está llena de ejemplos en los que se ve que prohibir sólo empeora las cosas.

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