Estaba ayer tranquilamente amodorrada a la hora de la siesta mirando las entradas de este blog [ (aún no estoy segura de si se público la entrada del olor de los almendros, en la fecha que pretendía…) ] cuando por el rabillo del ojo vi que estaba atardeciendo.

¡Pero como se me ha pasado la tarde tan rápido?! Entonces mire la hora, era muy pronto. Me asome a la ventana. «Ohh no calima» Esta semana estoy en Almería… no es que me lo esperase, pero podía pasar.

Dejé el blog, me cambie de ropa a toda velocidad . Cuando llegue a los establos ya había una capita fina de polvo naranja en el suelo, mi coche era una porquería y empezaban a picarme los ojos. Adiós a mis paseos a caballo. El «gran secreto» para mantener el culo redondito y duro como me gusta. Me pase la tarde olvidada de los teléfonos y de todo. Los caballos son mi pasión… y la verdadera razón por la que vine a trabajar a Almería la primera vez, ya tenía amigos aquí.

Hasta ese momento estaba agobiadilla porque no conseguí apartamento para esta semana. Viendo esta invasión de polvo naranja estaré mejor en mi casa con mis libros y mis cosas. Vuelvo a Valencia mañana o pasado. Dependerá un poco del tiempo.

Lo siento almierenses, vuelvo a Valencia.

Además no se puede huir de la calima a menos que salgas de la península o más alla. El polvito del Sáhara ha llegado hasta el mar cantábrico! Hay un montón de fotos curiosas por Internet, aunque una vez visto el fenómeno y sacadas un par de fotos lo mejor es refugiarse en buena compañía . ^^