Me paso a las flores frescas

Lo que queda de este mes entre semana estoy en Santander. 

El otro dia pasé por delante de unos puestos de flores, y por primera vez me compré una rosa a mi misma.

Para una persona que ama las cosas vivas las plantas de plástico son el último recurso.  El efecto de las flores falsas en un lugar de lujo son como si a una persona le pones una muñeca hinchable en vez de una acompañante de verdad. 

Cuando he ido a algunos hoteles me han enamorado sus flores y en otros me parece horrendo ver que con 5 estrellas y suficiente personal las plantas son reproducciones inertes que se llenan de polvo.

En mis viajes me he comprado alguna planta , sobretodo cuando he estado mas de una semana. En los últimos tiempos las he ido regalando porque las plantas necesitan cuidados y no paso suficiente tiempo en mi apartamento.  El resultado ha sido una serie de muertes por sequía o moho.

Cuando se compra un ramo de flores sabes que son algo vivo y efímero. Sabes que van a durar unos días,  que hay un tiempo corto para verlas y disfrutarlas .

Al final viajo demasiado para dedicarle a las plantas de casa el tiempo que necesitan. Así como muchos que dedicando gran cantidad  tiempo a su trabajo deciden solamente tener amantes; dejaré de comprar plantas y me ire directamente a la parte mas llamativa y explicita del asunto: las flores .

La rosa que me autoregalé ya cumple 2 semanas.