De lunes… en Gijon.

Llegué al atardecer a Gijon. Cuando me dieron las llaves ya era de noche. Esperaba mucho más frío en Asturias venía mentalizado para heladas y lluvia.

Se me hizo un poco tarde para cenar, ademas el apartamento ya estana calentito y no apetecia salir. Me prepare una sopa de las de sobre, un elemento esencial de mi equipaje en invierno. Mande un correo para q activasen mi anuncio por la mañana y me quede dormida sin poner el despertador.

Me desperté en modo lunes.

La noche se me hizo corta. Desperté a las 10 con la sensación de q solo había cerrado los ojos un momento. Hoy toda la pereza se apoderó de mí y no me apetecía salir a comprar , ni prometiendome un croisant y un capuchino.

Si, empiezo por los picos.

Di un paseo para espabilar. Hice la compra y ahora mientras escribo tomo un segundo café.

Tenía ganas de jugar. ¿Y que me pasa?Pues creo que inconscientemente este apartamento me es tan cómodo y conocido que me he relajado. Entre mudanzas, viajes y echar una mano a una amiga q no podía conducir y andaba de médicos he estado sin parar. Y quedarme en un sitio casi 2 semanas es «mucho tiempo». A si que no hay prisa, el cuerpo me pide empezar con calma.

Ahora otro cafe 🙂