
Me siento en una terraza a desearía que el viento huracanado borrase las preguntas incómodas y los malos recuerdos.
Hoy he hablado con Luna de esas cosas que preocupan a todas las scorts, masajistas y seworkes de todo genero: las ets, los clientes violentos, los que hay hay q hay que echar casi a escobazos porque estan cerca de donde trabajas y te escriben a ver si estas libre insistentemente cada vez que pasan por cerca del portal; la gente que quiere hacer negocios contigo, los que te persiguen para venderte cosas, las que te critican, las compañeras envidiosas, los q follan con rabia por haberte contratado… [cuanto mal rollo condensado en un párrafo]
Sin embargo hay un punto odioso difícil de comprender desde fuera de nuestro estigmatizado sector: odiamos que nos pregunten tanto por nuestra vida personal como por nuestro trabajo. Creo que vivimos demasiadas situaciones incómodas.
No importa exactamente como fuera nuestra vida personal antes de ser sexworker, al final todas estamos en un un «espacio» entre lo legal y lo ilegal, los prejuicios sociales y si va bien la envidia. La vida de cualquier sexworker que haya elegido serlo antes de tener deudas siempre está marcada por una mezcla de sueños y ganas de crear o mejorar algo. En algunos casos no es más que un intento de vivir en paz con cierta flexibilidad en la que se pone a prueba nuestra resilencia.
La gente llega repleta de sensaciones (soledad, miedos, ansiedades ) busca un respiro en nuestras caricias y agujeros. Es un contacto tan íntimo que la mayoría no pueden soportarlo ( la sola idea hace entrar en pánico a las abolicionistas).
Es un trabajo que debiera estar bien pagado, por la carga física y psicológica que conlleva. Y lo más triste esque no tendría que ser tan malo si la gente respetase los límites (fisicos y temporales) y no nos viera como ganado para explotar o una amenaza para el orden moral de este mundo hipocrita.
A soltar las penas y que las arrastre el viento junto con las nubes grises. Somos personas sexys, bellas, inteligentes. Somos fantasías vivientes 😉
