La caricia es la primera forma de masaje. No hay mejor manera de relajarse, romper el hielo y disfrutar del momento presente, que con un masaje sensitivo.
Cuando te pones a investigar, descubres que todas las culturas antiguas tienen sus masajes, para tratar múltiples problemas (edemas, mala circulación, cólicos en bebes, contracturas…), hay un uso medicinal. Pero muchas van más allá, buscan el bienestar general, y no dejan de lado la sexualidad.
Los masajes sensuales pueden servir para aceptar el cuerpo, desbloquearse después de un trauma, mejorar la sensibilidad tras periodos de convalecencia, o la perdida de sensibilidad por accidente; y también son útiles en las parejas para conectar.
Lo más importante es la sensibilidad del masajista, y su técnica. Aún aprendiendo en el mismo lugar, y de los mismos libros; cuando el masajista siente lo que hace, lo transmite, dando así su toque.
En mi caso, bebo de diversas fuentes, pues muchos tipos de masajes comparten movimientos, puntos de presión, parte del cuerpo por la que empezar…