Diciembre despertando con sol en Valencia.

Es curiosa la manera en la que entra la luz aquí, en mi habitación de Valencia. Se empiezan a colar los rayos por una esquina de la ventantana y poco a poco se me acercan, hasta darme en la cara. Muchas veces, cuando la luz natural se cuela en una habitación y me despierta poco a poco antes de que suene el despertador recuerdo lo último que he soñado. Hoy soñé que estaba muy cachonda probandome pantalones algunos eran más rígidos de lo que me gusta. Si la tela no es elástica se me clavan, es una incomodidad que evito. Sin embargo el sueño sólo me apretaba el clitoris, y era placentero , la turgencia de mis labios mayores también me protegida de las costuras, y la presión de las prendas me excitaba. Pero Ay ! de repente me molestaban en el ano, los pinchazos de dolor de la fisura se cuelan en mis sueños. ÁY así me desperté pensó que ll lleo muchos dias sin ganas de jugar. Y es l segunda noche seguida que tengo sueños cachondillos.

Supongo que cuando alguien esta acostumbrado a tener sexo y pasa tiempo sin él, el subconsciente te hace soñar reflejando los deseos instintivos.

Y mas vendrán sueños eroticos a menos que eche mano de un satisfiyer. Hoy otro día más despierto y sigo teniendo molestias en la fisura anal empeorada por el dedazo. A pesar de ponerme cremita esto cura muy lentamente.

El único servicio que ofrecere estas fiestas son los masajes en camilla. A olvidarse de los masajes cuerpo a cuerpo. De que me puedan tocar . La idea de un masaje cuerpo a cuerpo me resulta aterradora. Demasiado roce para lo sensible que estoy. No quiero imaginarme ser penetrada en mis sueños eroticos. Esta todo demasiado cerca. Cuando me cure bien ya disfrutare.

Siempre me gusta dar masajes en camilla, es dar placer, centrada en la persona, sin preocuparse nada más que en sus sensaciones. Siempre me relajo y me concentró en cada centímetro de piel que acaricio , en como la sangre fluye a la zona que mis manos acarician atrayendo poco a poco orgasmos que me dejan satisfecha gracias a mi gran empatía. Sobretodo cuando consigo que sean relajados y su vez intensos, sublimes. Como los que a mi me gustaría tener.

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